domingo, 2 de noviembre de 2008

Sábanas Grises

Te recuerdo yendo por la noche
balbuceando un no sé qué.
Aplaudiría por esa forma
de expresar tus sentimientos.

Jugué con mi indiferencia
al escuchar tus quejas y lamentos
Juré que te devolvería
este insomnio y sufrimiento.

Las sábanas grises y tu perfume en mí.
Sutíles movimientos y una mirada pausada me hacen olvidar lo pasado.
Viéndote hermosa y aún tu sombra en el umbral del camino,
antes de tomar el desvío.

No te ibas a matar, lo pensaba igual
te sentía entre mis brazos y te envolvía
y la ceremonia se hizo pacto
y el pacto un final.

Entre unas tristes flores salvajes
de una orilla cualquiera
yacías estática, mirada perdida y sin razón
mientras la noche amanecía.

Sin consuelo comprendía
que tu crepúsculo
era mi día.


Gastón Acevedo Gayraud


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